Reimaginando la infraestructura financiera: cómo las stablecoins están remodelando silenciosamente los flujos de valor globales
Por Alec Goh, HTX Ventures
En la era digital, la infraestructura financiera se está reescribiendo silenciosamente, entrelazándose y entrelazándose. En el centro de este cambio se encuentran las stablecoins, una criptomoneda vinculada a monedas fiduciarias como el dólar estadounidense, que está pasando de ser un instrumento especulativo a un facilitador clave de transacciones transfronterizas, adquisición de liquidez y finanzas programables.
Érase una vez, las stablecoins estaban limitadas a un segmento de nicho de los exchanges de criptomonedas. Hoy en día, en las regiones que enfrentan inflación o controles de capital, está impulsando las remesas, el financiamiento comercial e incluso los pagos de nóminas. Como señala el informe de investigación de HTX Ventures, "The On-Chain Extension of the Dollar: Stablecoins, Shadow Banking, and Global Payment Reweighting", las stablecoins se han convertido en un "salvavidas" en mercados como Turquía, Argentina, Líbano y Nigeria, no para la especulación, sino para la cobertura, la liquidación de transacciones transfronterizas y el acceso a la liquidez en USD.
Este cambio no es solo de comportamiento, sino también arquitectónico. A medida que el capital fluye hacia arriba, se reconstruye la infraestructura de la propia moneda. Los procesos que solían realizarse a través de bancos corresponsales y SWIFT ahora se están implementando a través de contratos inteligentes y protocolos descentralizados, lo que reduce los costos, los tiempos de cierre y aumenta la transparencia.
Valor Programable y Sinergia Financiera
Además de la velocidad y el costo, la programabilidad está redefiniendo la lógica financiera. Las stablecoins pueden integrarse en contratos inteligentes para automatizar el cumplimiento, la custodia y los pagos de intereses, lo que desbloquea nuevas sinergias para el capital. Para las pymes y las startups, esto significa poder utilizar instrumentos financieros que antes solo estaban al alcance de las grandes instituciones.
Plataformas como Aave, Compound y Curve han evolucionado hacia mercados monetarios descentralizados que permiten tomar prestadas e intercambiar stablecoins sin intermediarios. Esta desintermediación no solo ha mejorado la eficiencia, sino que también ha creado la necesidad de nuevos mecanismos de confianza, lo que ha impulsado el aumento de las pruebas en cadena, las pruebas de reservas y las auditorías en tiempo real.
La aparición del "dinero en la sombra" y el riesgo sistémico
A medida que las stablecoins crecen en tamaño, también introducen "liquidez en la sombra" en el sistema global. Estos son los dólares que existen fuera del sistema bancario tradicional, que circulan a través de billeteras, protocolos y API, pero respaldados por activos del mundo real (APR) como los bonos del Tesoro soberanos a corto plazo. Las stablecoins se utilizan cada vez más como garantías, instrumentos de rendimiento o activos replegados, lo que introduce una estructura de riesgo jerárquica, de naturaleza similar a un sistema bancario en la sombra, aunque con mayor transparencia.
Pero la transparencia no es lo mismo que la inmunidad. Persisten riesgos como la sobrecolateralización, las vulnerabilidades de contratos inteligentes y las liquidaciones de cadenas, y a menudo se ven amplificados por la componibilidad del protocolo. Para que las stablecoins alcancen su valor de utilidad a escala mundial, las medidas de protección contra el riesgo sistémico deben evolucionar a la par. Esto incluye auditorías estandarizadas, interruptores automáticos y mecanismos de seguro para contener choques en escenarios extremos.
HTX Ventures también señaló que, si bien la visibilidad de los contratos inteligentes ha aumentado, las complejas interdependencias entre los puentes entre cadenas y los protocolos DeFi han creado nuevos riesgos sistémicos. Estas estructuras requieren el mismo nivel de protección que los mercados financieros tradicionales, solo que construidas en un nuevo lenguaje: el código.
El mosaico de la regulación global
El panorama regulatorio sigue siendo fragmentado. En Estados Unidos, la recientemente propuesta Ley GENIUS tiene como objetivo establecer un marco claro y unificado para la emisión de stablecoins. El proyecto de ley exige un respaldo de reserva 1:1 en efectivo o bonos del Tesoro de EE.UU. a corto plazo, divulgaciones de auditoría en tiempo real y limita las stablecoins algorítmicas o sin garantía, un paso significativo hacia la integración de las stablecoins en el sistema financiero formal.
Al mismo tiempo, el marco MiCA de Europa exige colchones de capital y apoyo del 100% de las reservas, así como una mayor supervisión y umbrales para los tokens "significativos". Las prácticas varían en Asia. Singapur ha introducido un régimen de licencias para los emisores de stablecoins, centrado en la supervisión de las auditorías y los reembolsos de reservas. Hong Kong está desarrollando un sandbox regulatorio, mientras que Japón exige que las stablecoins se emitan a través de bancos autorizados o empresas fiduciarias. Nigeria, por el contrario, ha emitido una severa advertencia sobre el uso de stablecoins, citando la soberanía financiera.
Para los constructores e inversores, este mosaico crea tanto riesgos regulatorios como oportunidades de ventaja para ser los primeros. Los proyectos que cumplen de manera proactiva con los estándares emergentes pueden tener más probabilidades de ser más populares entre las instituciones y los proveedores de servicios de pago.
Stablecoins: Aprovechando la cuña de la utilidad en el mundo real
A medida que el flujo de valor se vuelve cada vez más digital, las stablecoins ofrecen una rara combinación de características nativas de las criptomonedas y utilidad en el mundo real. Desde las liquidaciones en dólares estadounidenses en los mercados emergentes hasta los carriles tokenizados del Tesoro de EE. UU. para inversores globales, sus casos de uso se están expandiendo rápidamente en todas las industrias y continentes.
Una señal notable de que las stablecoins se están convirtiendo en la corriente principal es la cotización del emisor de USDC, Circle, en la Bolsa de Nueva York. Como el primer gran emisor de stablecoins en salir a bolsa, Circle aporta una mayor visibilidad y credibilidad al espacio, ayudando a cerrar la brecha entre el cumplimiento normativo y la adopción institucional. Este hito consolida la posición de USDC como una stablecoin transparente y regulada: se usa comúnmente en liquidaciones corporativas, plataformas fintech y, cada vez más, en canales de activos tokenizados.
Esta expansión no se produjo de forma aislada. Es parte de un cambio más amplio hacia una "infraestructura descentralizada con salvaguardas de grado institucional". Con el desarrollo de los RWA, la integración de los bancos centrales y las finanzas descentralizadas descentralizadas (CeDeFi) centradas en el cumplimiento, las stablecoins se están convirtiendo en un vínculo organizativo entre las economías tradicionales y descentralizadas.
El futuro no solo se define por el código, sino también por aquellos que pueden navegar por las políticas, generar confianza y diseñar sistemas que se amplíen de manera responsable. En este sentido, las stablecoins son más que una simple herramienta de pago: son la capa fundamental que reconstruye el flujo, la liquidación y el crecimiento del valor en un mundo digital.
Sobre el autor
El autor de este artículo es Alec Goh, jefe de HTX Ventures, el brazo de inversión internacional de HTX, uno de los principales exchanges de criptomonedas del mundo. Alec lidera inversiones estratégicas en proyectos de activos digitales de alto potencial con un enfoque en infraestructura, DeFi que prioriza el cumplimiento y ecosistemas de stablecoins. En HTX Ventures, lideró los esfuerzos de inversión y fusiones y adquisiciones, ayudando a la compañía a expandirse globalmente y completar una serie de proyectos de alto perfil en la industria. Con una formación financiera global y una profunda experiencia en transacciones estructuradas, Alec se compromete a conectar el capital institucional con la próxima generación de innovación Web3.