Las criptomonedas son libertad. Libertad para ganar dinero. Libertad para obtener lo que mereces. Te da las herramientas para estar al lado de Wall Street, e incluso la oportunidad de superarlos por amplios márgenes. Antes de Bitcoin, esto no era posible. Bitcoin cambió las reglas del juego. Ethereum lo mejoró con ICOs y NFTs. Solana lo volvió caótico con memes. Los ICOs, NFTs y memes—definieron los últimos tres ciclos. Cada uno te dio la oportunidad de convertir $100 en riqueza generacional, siempre y cuando hicieras las apuestas correctas y supieras cuándo salir. Si tu gestión de riesgos era sólida, podías salir como un ganador. Pero cuando los precios comienzan a moverse rápido, las emociones toman el control. Pierdes el sueño, persiguiendo sueños sobre lo que tu moneda podría lograr. El problema con los sueños es que siempre se amplifican en tu mente. Ves las ganancias no realizadas acumularse en tu billetera. Oyes a la gente hablar sobre la moneda que posees, cómo está 10x, y todavía están pidiendo 100x, como MATIC a $5 cuando la gente gritaba por $50. La mayor parte del dinero queda atrapada en la cima, en la fase eufórica. Quizás sobreviviste al último ciclo. Quizás tienes un plan esta vez. Pero, ¿qué tan seguro estás de que te apegarás a él? Cuando alguien en tu grupo de chat comienza a presumir sobre sus ganancias, comienzas a dudar. Siempre sientes que ganaste menos. Siempre hay otra señal alcista si la estás buscando. Y antes de que te des cuenta, todavía estás sosteniendo la bolsa. He cometido este error, dos veces. Ocho años en criptomonedas, y he estado allí. En el primer ciclo, era nuevo—sostener bolsas se sentía normal cuando no entendías el mercado. Pero en el último ciclo, cuando los NFTs estaban de moda, me involucré emocional y financieramente. Cuando comienzas a compartir tus opiniones alcistas con todos, tu apego se vuelve más profundo. Cuanto más profundo es el apego, más difícil es ver la verdad. No fui solo yo. Muchas personas eran optimistas sobre los NFTs. Estaban seguros de que Azuki alcanzaría 100 ETH. Incluso cuando llegó a 30 ETH, más un airdrop de 15 ETH de Beanz, no vendieron. Yo fui uno de ellos. Y animaron a otros a unirse a la locura. Al final, muchos perdieron, incluso si compraron en el momento adecuado. Perdieron porque no sabían cuándo salir. Sus emociones nublaron su juicio, impidiéndoles darse cuenta de que estaban mejor de lo que estaban al principio.