Interferir en el destino de los demás es cargar con el karma ajeno. ¿Por qué ya no hablo de Bitcoin con la gente? Porque la mayoría de las veces, si les haces comprar y sube, es porque ellos tienen una buena percepción; tú solo has proporcionado la información. Pero si pierden, eres tú el que los ha hecho perder dinero. La mayoría de los amigos en la vida no tienen experiencia en inversiones. Si hablas con ellos sobre cualquier oportunidad de inversión, casi siempre terminarás siendo culpable o malinterpretado. En realidad, no solo se trata de inversiones, cualquier cosa en la vida es así. Yo solía tener una clara tendencia a ser "el que sabe más", disfrutaba compartir mis "grandes ideas", pero a medida que aprendía más, hablaba cada vez menos. Por ejemplo, si alguien te pregunta si debe comprar una casa, y tú eres un experto en bienes raíces, si le das un análisis profundo y el resultado es positivo, solo le has dicho algo que ya sabía o que cualquiera podría saber; si el precio de la vivienda baja, es tu culpa. Si no fuera por ti, no habría perdido, porque tú lo convenciste de comprar esa casa. No tienes oportunidad de defenderte, y él le dirá a todos que fuiste tú quien lo convenció. Por ejemplo, si alguien te pregunta sobre la carrera universitaria de su hijo, sobre opciones laborales, sobre una variedad de temas, la mayoría de las veces deberías ser cauteloso al dar tu respuesta. Lo curioso es que algunas personas son muy perceptivas y lo entienden a los 20 años; otras son menos perceptivas y necesitan experimentar pérdidas para comprenderlo. Yo pertenezco a este último grupo. Trabajo, inversión, vida, el principio más importante es hacerte sentir cómodo y evitar involucrarte en situaciones o relaciones incómodas. Las diferencias entre las personas son enormes y la naturaleza humana es compleja. Haz lo que es correcto y sé una buena persona, eso es suficiente. Por supuesto, no significa que todos deban ser fríos. La personalidad no se puede cambiar; por ejemplo, mi carácter es muy cálido, pero solo evita ser el que sabe más y la compasión excesiva. Así como en las inversiones debes elegir tus activos, en la vida también debes elegir a tus amigos y las cosas correctas. La misma acción, la misma forma de actuar, puede tener resultados completamente diferentes dependiendo de la persona. Cuando necesito ayuda, siempre recordaré cualquier consejo sincero que me den. En cuanto a si ese consejo es científico, lo investigaré con cautela. Por ninguna razón culparé a la persona que me dio el consejo; solo sentiré gratitud. Pero hay un tipo de persona, y creo que la mayoría son así, que tiene una mentalidad equivocada. Por ejemplo, al hablar de un activo de inversión, hay personas que tienen una buena impresión de mí porque saben que solo mantengo lo que creo que es bueno y comparto lo que tengo. Nunca me he involucrado con los promotores ni he hecho pump and dump. Pero hay otro tipo de personas, como las mencionadas antes, que no se preocupan por la lógica o los puntos de vista de los demás, solo les importa su propio resultado. Si el resultado es bueno, son geniales; si es malo, los demás son tontos. El carácter determina el destino. Un buen carácter atraerá buena suerte, buenas personas y buenas cosas; la riqueza es solo una recompensa secundaria. Un mal carácter atraerá mala suerte, malas personas y malas cosas; la riqueza siempre estará fuera de alcance. *** Este artículo se inspira en la historia reciente de una madre que abrió un contrato, su esposo la ayudó a pagar deudas repetidamente, y al final, después de perder su casa, se divorciaron. Algunos detalles son impactantes y quizás la naturaleza humana sea así. Por ejemplo, su suegra le sugirió que buscara un trabajo. Creo que fue con buenas intenciones; estar en casa sin trabajar puede cambiar la mentalidad y podría no poder controlar su adicción al juego. Pero ella lo interpretó como que su suegra la menospreciaba, así que decidió seguir apostando. Por ejemplo, su esposo juntó dinero para ayudarla a pagar deudas, temiendo que siguiera apostando y controlando el dinero. Ella lo vio como un desprecio, así que decidió seguir apostando. Este tipo de mentalidad resulta ridícula, triste y lamentable, pero muchas personas en la vida piensan así, siempre creyendo que los demás están ahí para perjudicarlas y buscando excusas para sus fracasos. También recuerdo que cuando no tenía mucho dinero, un amigo me pidió prestado dos veces. La segunda vez, lo hizo alegando que su madre estaba gravemente enferma y prometió devolverme el dinero en una semana. Me pidió que usara mi tarjeta de crédito, y después nunca devolvió el dinero, incluso me perjudicó y me evitó. Respeta el destino de los demás y no interfieras en su karma. No discutas sobre nada, haz lo tuyo, y este mundo le dará a cada uno lo que merece.