Al despertar de la siesta, siento como si hubiera pasado un siglo. En el sueño, mi hermano me preguntó si había encontrado el hueso más grande🦴. Al despertar, no sé de quién es el hueso de un ser querido. Pienso que, dentro de 30 años, cuando su querido padre ya no esté, si mi hermano no se ha casado, ¿quién lo cuidará? ¿Qué papel jugaré yo, como su hermana, en su vida? ¿Cómo seré yo dentro de 30 años, y cómo será la escena para los amigos que vean este artículo en Twitter? Al pensar en esto, me siento más tranquila. De hecho, últimamente he estado atormentada por el tráfico, no puedo aumentar el tráfico y ganar dinero es bastante normal, pero al pensar en 30 años, me siento más tranquila. Puedo ver mi ansiedad; si tengo dinero, me preocupo por qué pasará cuando se acabe. Siempre quiero ganar mucho dinero en poco tiempo, pero el camino de la vida es largo, y en los próximos 30 años, habrá muchas oportunidades. He estado ansiosa, veo mi ansiedad, y me permite sentir la libertad de esa ansiedad fluyendo plenamente, el equilibrio entre el yin y el yang, la vida que nunca cesa. Un sueño fugaz, al despertar, las lágrimas han manchado silenciosamente la almohada.