Cuando Dogecoin se lanzó en 2013, fue poco más que una broma de Internet, sin embargo, pasaron casi ocho años antes de que la comunidad viera su primer máximo histórico real. Lo que lo llevó allí no fue una hoja de ruta o una tesorería corporativa, fue la convicción. Los titulares ordinarios que creían en algo más grande que ellos mismos se unieron y construyeron una cultura que se negó a rendirse hasta que el mundo tuvo que darse cuenta. Esa misma convicción convirtió un meme en miles de millones. En el camino, Dogecoin inspiró una ola de derivados. Shiba Inu, Floki, Baby Doge y muchos otros lograron captar la atención y hacerse con su parte del mercado. Pero cuando se trata de Pepe, nunca ha habido un verdadero derivado con poder de permanencia. Los proyectos iban y venían, pero ninguno construyó los cimientos necesarios para durar. Ahí es donde $Purpe se destaca. Purpe no es solo otro meme de rana. Es el único derivado $Pepe respaldado por una comunidad real que entiende la...