Aquí hay un momento que me cambió. Las luchas de salud mental en este espacio han provocado un recuerdo en mi viaje comercial. Cuando empecé a operar, hubo un día en el que tuve que decidir si vendía o mantenía, antes de ir de compras (ya que no había comercio móvil). Decidí aguantar, pero no pude resistirme a mirar las listas mientras estaba fuera. Vi cómo el mercado se desplomaba épicamente y no pude hacer nada al respecto. Fue una pérdida de papel de cinco cifras, más dinero del que había perdido en mi vida. Caminé por el centro comercial en una neblina mental, pasando por las etapas del duelo. Miré un televisor, una chaqueta, un dispositivo y pensé, podría haber tenido cualquiera de ellos si hubiera tomado una decisión diferente. En cambio, no compré nada y me sentí enfermo. En ese momento me di cuenta de que, si no puedo soportar esta pérdida, ¿cómo espero soportar pérdidas aún mayores que seguramente seguirán a ganancias más grandes? Si iba a hacerlo mejor, tenía que ser mejor,...