La línea entre los mercados tradicionales y los de criptomonedas se está redibujando activamente. A medida que los mercados de activos digitales maduran, la convergencia de las finanzas tradicionales (TradFi) y los mercados digitales se está acelerando, lo que da lugar a un ecosistema más maduro y de grado institucional moldeado por los marcos, las expectativas y la resiliencia operativa que históricamente han caracterizado a TradFi.
Los acontecimientos recientes subrayan un cambio de paradigma en la forma en que las instituciones perciben los activos digitales. El anuncio del gobierno de EE.UU. de una reserva estratégica de activos digitales, compuesta por bitcoin, ether, XRP, solana y cardano, indica una fuerte validación institucional. Paralelamente, más de once estados de EE.UU. han mostrado interés o están trabajando activamente en las letras del tesoro de bitcoin. Inversores soberanos como la Autoridad de Inversiones de Abu Dhabi (ADIA) han revelado posiciones significativas, con una participación de USD 436.9 millones en el ETF iShares Bitcoin (IBIT) de BlackRock a 31 de diciembre de 2024.
No se trata de movimientos especulativos, sino de inversiones concertadas para mantenerse a la vanguardia de un sistema financiero en evolución. El apoyo de estos gobiernos está reforzando el compromiso institucional, marcando un punto de inflexión en el que el riesgo de perderse algo supera el riesgo de exposición al ecosistema de activos digitales.
La evolución de la infraestructura del mercado de activos digitales
Anteriormente, la participación institucional en los activos digitales se veía limitada por la alta volatilidad, la incertidumbre regulatoria y la fragmentación de la infraestructura. Ahora, los custodios regulados ofrecen soluciones de nivel institucional, mientras que las plataformas de negociación proporcionan un acceso mejorado y una ejecución fiable. La expansión de las herramientas de gestión de riesgos, incluidas las coberturas, las líneas de crédito y la vigilancia del mercado, ha mejorado la estabilidad operativa de un espacio que alguna vez fue conocido por la volatilidad.
Estos desarrollos han reducido las barreras de entrada, lo que permite a las instituciones tradicionales abordar los activos digitales con marcos de riesgo y cumplimiento familiares.
Los productos financieros impulsan la convergencia
La adopción institucional se ve impulsada por productos que reflejan los mercados tradicionales y aprovechan las ventajas de la cadena de bloques. Las ofertas institucionales actuales incluyen mercados al contado y de derivados, productos que generan rendimiento, ETF y reembolsos en especie y recibos de depósito, todos ellos diseñados con una lógica de suscripción y expectativas de rendimiento similares.
La expansión de futuros, opciones y productos estructurados en criptomonedas refleja la mecánica de los derivados de TradFi. Estos instrumentos proporcionan descubrimiento de precios, cobertura de riesgos y capacidades especulativas que se alinean con los mandatos institucionales. Los productos que generan rendimientos, como el staking, los préstamos de criptomonedas y la renta fija tokenizada, se están diseñando con perfiles de rendimiento que se asemejan a TradFi. Estas estructuras proporcionan rendimientos fijos o flotantes, al tiempo que incorporan métricas de riesgo familiares para las instituciones.
Uno de los productos más populares han sido los ETP de bitcoin al contado. Los reembolsos en especie propuestos por Nasdaq para el ETF de Bitcoin de BlackRock alinean aún más los ETF de criptomonedas con sus homólogos tradicionales, impulsando la eficiencia y la liquidez. Además, los recibos de depósito de criptomonedas permiten a las instituciones acceder a activos digitales sin custodia directa, tendiendo un puente entre los mercados tradicionales y las criptomonedas en una estructura regulada y familiar.
Los inversores institucionales se están involucrando a través de estructuras que combinan técnicas tradicionales y digitales: fondos híbridos, cuentas gestionadas por separado (SMA) y mandatos a medida. Estos personalizan la exposición al tiempo que mantienen la familiaridad operativa, proporcionando a las instituciones vías reguladas para participar en este ecosistema en evolución.
Comodidad institucional y tendencias de adopción
La claridad regulatoria sigue siendo fundamental. Los recientes movimientos de la SEC y una administración más avanzada en criptomonedas señalan la apertura a marcos más claros, lo que fomenta un mayor compromiso institucional. Algunos actores tradicionales todavía están adoptando un enfoque de esperar y ver, observando con cautela la infraestructura del mercado y las señales regulatorias antes de comprometer capital a gran escala.
Por otro lado, empresas como BlackRock, Fidelity y Citadel están entrando en el espacio DeFi. La adopción institucional está desbloqueando la diversificación de la cartera, una mayor eficiencia del mercado y un enfoque más estructurado de la gestión de riesgos, todo lo cual apunta a un ecosistema financiero más sólido.
Conclusión
La institucionalización de los activos digitales y su convergencia con los sistemas financieros tradicionales no es una tendencia pasajera, sino un realineamiento estructural de los mercados. Las instituciones con visión de futuro no solo están participando, sino que están apoyando al ecosistema emergente.
Para los CIO y los asignadores, esta convergencia presenta un punto de inflexión. La capacidad de navegar por los activos digitales con la disciplina de TradFi y la innovación de DeFi se está convirtiendo en un diferenciador clave, poniendo énfasis en la importancia de asociarse con empresas que tengan una profunda experiencia en ambos mercados. A medida que evoluciona el panorama financiero, las instituciones que se mantengan informadas y perspicaces se encontrarán posicionadas para adaptarse y prosperar.